La Corona Real del escudo es básicamente la descrita en el artículo 1.º de la Ley 33/81 de 5 de octubre, que describe la misma como una «Corona Real cerrada, que es un círculo de oro, engastado de piedras preciosas, compuesta de ocho florones de hojas de acanto, visible cinco, interpoladas de perlas y de cuyas hojas salen sendas diademas sumadas de perlas, que convergen en el mundo de azur o azul, con el semimeridiano y el ecuador en oro, sumado de cruz de oro. La corona forrada de gules o rojo». Tras una modesta primera vuelta y después del parón en la competición debido a la pandemia de enfermedad por coronavirus de 2020, los resultados del Real Betis fueron decepcionantes y el objetivo de clasificar de nuevo para competiciones internacionales se vio truncado, lo que provocó la destitución de Rubi a falta de ocho jornadas para concluir la temporada, habiendo obtenido un solo punto de los nueve disputados tras la reanudación de la Liga. El 19 de junio, el Real Betis Féminas se hizo con una plaza en la Primera División tras vencer en la Fase Final al CD Femarguín.
En 1915, y tras fusionarse el año anterior con el Real Betis F. C., se realizó una modificación a dicho emblema y es el que puede considerarse como primer escudo oficial propio de la entidad. Un día después, el vicepresidente de la entidad anunció junto a Juan Varela (presidente del Fútbol Sala Nazareno) y Javier Lozano Cid (presidente de la LNFS) la integración del, hasta ese momento, Real Betis FSN en la estructura verdiblanca con el nombre de Real Betis FutSal tras tres años de patrocinio. Dobble es un juego de cartas para 2 a 8 jugadores, de 7 años en adelante. El dominio de esta ciudad maya sobre las poblaciones colindantes es evidente debido a su extensión y la grandiosidad de sus edificios: La Casa del Adivino, el Cuadrángulo de las Monjas, el juego de pelota, la Casa de las Tortugas, el Palacio del Gobernador y la Gran Pirámide. Durante las primeras fechas el conjunto vasco no terminaba de acostumbrarse al nuevo estilo de juego y los resultados de liga no eran buenos. El Betis vive durante la temporada 2021-22 su reecuentro con la Copa del Rey, diecisiete años después, y dota de una fuerte personalidad al conjunto verdiblanco, bajo el paraguas de las incorporaciones en forma de cesión de Willian José y Héctor Bellerín, así como los fichajes de Rui Silva, Claudio Bravo y el retorno de Germán Pezzella, entre otros.
Fue en 1932 cuando se rediseña este nuevo escudo, siendo elegido entre otros muchos el realizado por Enrique Añino, miembro fundador de la directiva del Sevilla Balompié. A mediodía cita con Enrique para comer en el National Press Building y encaminarnos una hora después hacia la parada de autobús que nos iba a llevar a Nueva York. Este número, relacionado con la masonería se escogió por ser un signo de transmutación y cambio, de muerte y nacimiento, de final y nueva reanudación, ideal para representar su fusión e historia. Txetxu Rojo sería el encargado de dirigir al equipo en la nueva temporada 2000/01, con una plantilla de transición que mezclaba la juventud de las jóvenes promesas como Asier del Horno, Fran Yeste, Pablo Orbaiz o Dani Aranzubia con la veteranía de los Josu Urrutia, Bittor Alkiza, Aitor Larrazabal o Rafael Alkorta. Además se produjo la renovación de una plantilla ya veterana, con la llegada de nuevas promesas que harían historia con el Athletic. En las temporadas 1965-66 y 1966-67 el Athletic logró alcanzar la final de Copa, pero en ambas ocasiones salió derrotado; no fue hasta 1969 cuando el Athletic volvió a proclamarse campeón de Copa.
Durante el partido el Athletic dominó. También durante un partido de similares características, un futbolista pierde alrededor de 2 kg de líquidos, parte de los cuales son recuperados durante el tiempo de descanso. Poco tiempo después, como puede apreciarse en algunas fotografías de la época, se vuelve a cambiar el escudo en 1922 por un rombo cuadrado coronado, camiseta athletic de bilbao con dos letras «B» en referencia a las iniciales entrelazadas en su interior y de misma tipografía usada en 1909. Pocos años después se volvió a representar con un círculo en detrimento del rombo cuadrado. Los éxitos con este nuevo diseño terminaron por afianzarlo como la imagen principal del club, eso sí, evolucionando con el tiempo en pequeños detalles, pero sin perder su esencia. Dicha tipografía puede encontrarse en el diseño actual. Este nuevo escudo eliminaba la corona, convertía el círculo que contenía la tipografía en un triángulo estilizado cuartelado donde se representaban las iniciales «C» y «B» en referencia a «Betis Club» y aparecían por primera vez las rayas verdes y blancas identitarias del club. Tres años más tarde, a mediados del 2000, volvió a ser el culpable de una eliminación, esta vez en el torneo de apertura sub 17. El día después de la derrota, el entrenador Jorge Toro le reprochó sus errores en el camarín, «¡